El Estatuto de los Trabajadores define las horas poco comúnes, en su producto 34, como “las horas de trabajo efectuadas en la duración máxima de la día ordinaria de trabajo”. Asimismo aclara que estas no tienen la posibilidad de sobrepasar las 40 horas por semana por ley, y que el máximo de horas ordinarias que puede trabajar un trabajador es de 9, con un reposo obligación de 12 horas entre turnos (c esencial comprender cuándo comenzarían a trabajar). ser increíble).
Esto es, las horas poco comúnes van a ser aquellas que superen las establecidas como horas normales en la jornada de trabajo del trabajador. ¿Quién escoge el número de horas de una jornada de trabajo? Nuestro contrato de trabajo o el convenio colectivo. ¿De qué manera calcularlos? Registro de todas las jornadas de trabajo de cada usado, a través de la utilización de control horario (tanto por la parte de la compañía como por la parte del trabajador).
Sugerir autonomía y elasticidad
Para los usados es una increíble ocasión puesto que tienen la posibilidad de hacer su horario, poder ingresar o salir mucho más temprano y amoldarse al trabajo.
Habitualmente, las horas poco comúnes se tienen que a causas improductivas, como las próximas:
Desarrollo
Como hemos visto previamente, un cliente/emprendimiento no es productivo, supone la estimación errónea del valor por hora, entendiendo por “Valor por hora” la suma de las horas y el valor (salario/número de horas) de todos y cada uno de los usados que formaron parte de él.
¿Qué ocurre si trabajo mucho más de 80 horas plus?
La ley establece que: Puedes trabajar un máximo de 80 horas plus por año, siempre y cuando trabajes 40 horas por semana. Si trabaja menos horas, el número máximo de forma anual de horas poco comúnes se disminuye en proporción a las horas trabajadas. La superación de estos límites máximos está sancionada con una sanción grave con multa de entre 300 y 3.000 euros.
Las horas poco comúnes se tienen la posibilidad de dividir en 2 tipos:
CONCILIACIÓN VS CORRESPONSABILIDAD. NO ES SOLO UNA CUESTIÓN DE TIEMPO
Charlamos en el dossier previo sobre la relevancia de los cuidados de soporte escencial y de qué manera estas tareas, efectuadas primordialmente por mujeres gracias a la división del trabajo sexual, se desvalorizan frente a la trabajo retribuido más allá de que son un pilar primordial de la sociedad. La asignación del trabajo familiar y de cuidados a las mujeres es asimismo fuente de discriminación indirecta en el ingreso al mercado de trabajo y de precariedad en el empleo familiar.
Si cuestiones a alguien qué medidas se tienen la posibilidad de poner en práctica para eludir esta discriminación y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, prácticamente instantaneamente le viene a la cabeza la palabra “conciliación” y, pensando en la reconciliación, te va a pensar en privilegios, vacaciones y reducciones de día.